Vaya, cuanto tiempo sin actualizar el blog, se nota que he estado demasiado ocupado mandando currículums a diestro y siniestro para lograr un empleo digno. Todavía no lo he conseguido pero en esta labora utópica no pierdo la esperanza de comprarme un Ferrari y casarme con una top model treintañera que ya haya superado la crisis de los 30.
Aunque la mayoría siempre hemos visto Internet como un mundo caótico donde la información, muchas veces falsa, abunda, hay muchos que han conseguido convertirlo en un empleo bien remunerado. No es mi caso, la poca gente que ha entrado a mi única entrada habrán llegado aquí después de pasar páginas y páginas entre información más útil que una mera opinión.
Un blog que ha llamado mucho mi atención y que a judgar por su relativamente baja actividad es la gordita de la clase donde una mujer de metida en la treintena, no es la top model que buscaba, cuenta su experiencia con la cirugía estética y su misión de lograr una talla perfecta. Supongo que aunque no se dedique a vivir de un blog, lo estará intentando.
No es que yo necesite de las milagrosas formas para perder peso que pululan pero llegué allí recomendado por un amigo que sí que tiene problemas de sobrepeso y que lo encontró buscando en la red, una milagrosa forma de adelgazar.
La cirugía estética es la última opción a la que nadie debería recurrir pero llama la atención que muchos/as ponen en riesgo su vida para poder agradar a los demás. Una pena, yo con un trabajo me conformaría.
Quizás la próxima vez hablaré sobre cómo lograr un currículum creíble y que pase el estricto control de tu entrevistador. ¿A caso alguien llama a las empresas en las que dices haber trabajado? Lo dudo.
¡Hasta otra!
